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Todos quedaron inmóviles y por un momento se escuchó la respiración de cada uno. H07 fue el primero en irrumpir el silencio perpetuo diciendo alteradamente:
-¡Corran!-
Sin tiempo alguno para pensar otro tipo de solución, toda la tropa obedeció. Sin embargo, debían hacer algo más que correr, pues el humano no tardaría en alcanzarlos sin el mayor de los esfuerzos.
Sus pasos cortos, pero acelerados serían en vano ante el tamaño de 1.80 metros aproximadamente del hombre de seguridad.
El pasillo largo que atravesaban con tanta prisa terminaba dividiéndose hacia dos direcciones con nuevos corredores. Uno a la izquierda y el otro hacia la derecha. Sin saber hacia dónde llevaba cada uno, toman el...
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